Domingo
Savio a los 12 años, se encontró con Don Bosco y le pidió que lo admitiera a su
Oratorio de Turín porque deseaba ardientemente estudiar para llegar a ser
sacerdote. Don Bosco, admirado le dijo: “Me parece que hay buena tela”.
“Entonces yo seré la tela y usted el sastre”, había respondido Domingo.
Don Bosco lo aceptó en el Oratorio de Turín
y Domingo le pidió que lo ayudara a “hacerse santo”. Apacible, siempre sereno y
alegre, hacía grandes esfuerzos para cumplir con sus deberes de estudiante y
para ayudar a sus compañeros en todos los modos posibles, enseñándoles el
Catecismo, atendiendo a los enfermos y apaciguando las peleas.
A los compañeros nuevos que llegaban al
Oratorio les decía: “Debes saber que aquí hacemos consistir la santidad en
estar muy alegres. Sólo tratamos de evitar el pecado, que es el gran enemigo
que nos roba la gracia de Dios y la paz del corazón, y tratamos de cumplir
exactamente con nuestros deberes”.
Murió a los catorce años.
Don Bosco escribió su biografía y lloraba cada vez que la leía. Sus restos
están en la Basílica de María Auxiliadora en Turín.
Su fiesta se celebra el 6 de mayo. El Papa Pío XI lo definió “Pequeño, o
más bien, grande gigante del espíritu”. Es el patrono de los niños cantores y
de las mamás que esperan tener un bebé.
Desde esta película lo puedes conocer un poquito más.
Desde esta película lo puedes conocer un poquito más.
¿Quieres escuchar algunas canciones?
Un gran ejemplo de vida. muy interesante y valioso recordad estas fechas!
ResponderEliminarleila
Gracias por compartir con nosotras pequeñas historias de grandes personas que nos reconfortan el alma.
ResponderEliminarSilvi y Sole